El padre de Máximo Thomsen, uno de los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, dijo esta tarde, al finalizar su visita en el penal de Dolores donde los acusados están alojados, que su hijo está "arrepentido" de lo sucedido y lo "lamenta muchísimo" y que para él joven fue "una pelea".
Marcial Thomsen, papá de Máximo, uno de los acusados más complicados en la causa, habló con la prensa a la salida del penal. Su hijo fue identificado por varios testigos y hasta fue señalado como el sospechoso de pegarle a Fernando incluso desmayado en el piso.
"Fue una tragedia. No son asesinos. Están arrepentidos. Es una montaña rusa de sensaciones", fueron algunas de las frases del padre que antes había reconocido que su familia atravesaba un infierno desde la detención de su hijo.
Thomsen (20), Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Juan Pedro Guarino (19), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18), Ciro Pertossi (19) y Ayrton Viollaz (20), están detenidos desde el sábado 18 de enero pasado.
Son los sospechosos de haber atacado a golpes a Báez Sosa, otro adolescente, que murió a raíz de las lesiones recibidas a la salida de un boliche, en Villa Gesell.